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Señalan diputados el grave deterioro en la calidad de vida de los
habitantes de la ciudad.
El pleno del Congreso aprobó un punto de acuerdo
propuesto por el diputado Edmundo Javier Bolaños Aguilar, mediante el que hace
un llamado de atención enérgico al ayuntamiento de Cuernavaca, en reclamo del
grave deterioro en la calidad de vida que sufren los habitantes de la ciudad.
“No vengo a crucificar a ninguna persona, ni a hacer
escarnio de alguien en particular. Estoy refiriéndome a una institución como es
el ayuntamiento de Cuernavaca, que tiene por delante casi tres meses de gestión
y a la cual estamos en nuestro derecho de reclamarle por el abandono en que
mantiene a la ciudad”, señaló en tribuna el legislador.
En su primer artículo, el acuerdo establece: “Que este
Congreso formule un llamado de atención enérgico al Presidente Municipal, al
Síndico Procurador, a las Regidoras y Regidores de Cuernavaca de todos los
partidos representados en ese cabildo, por la situación de desastre en que
mantienen a la ciudad capital”.
El artículo segundo plantea: “Que se formule un
exhorto al ayuntamiento de Cuernavaca, para que implemente de manera emergente
y eficaz, un programa de acción que rescate las vialidades, banquetas y caminos
de la ciudad que presentan profundos baches, rompimiento de pavimentos y que
ponen en peligro la seguridad y el patrimonio de los habitantes de la Capital”.
El artículo tercero del acuerdo precisa: “Que se
formule exhorto al Director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de
Cuernavaca, para que cumpla con puntualidad todos sus compromisos de pago con
la Comisión Federal de Electricidad y evite el corte del suministro de agua
para los habitantes de las colonias de Cuernavaca”.
Al proponer el instrumento parlamentario, el diputado
Bolaños Aguilar expuso en sus consideraciones un panorama general de la
problemática citadina y de inicio señaló que “la situación que guarda la
capital del estado es francamente deplorable; como nunca en la historia
reciente de Cuernavaca los servicios públicos son extremadamente deficientes y
la imagen de la ciudad se demerita aceleradamente. Los habitantes padecen como
calamidad la diaria proliferación de hoyos, baches y trampas que destruyen
nuestras calles, avenidas y banquetas”.
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