Llaman diputados al ayuntamiento de Cuernavaca a actuar contra
vendedores apostados a las afueras de centros comerciales y en calles y
avenidas, dentro de las acciones contra el comercio ambulante.
El Congreso del Estado emitió un exhorto al ayuntamiento de Cuernavaca, para que en el marco de la campaña de erradicación del comercio ambulante realice acciones tendientes a eliminar el comercio de animales domésticos, que se realiza principalmente a las afueras de los centros comerciales, estacionamientos de tiendas, así como en las principales calles y avenidas de la ciudad.
El punto de
acuerdo aprobado por unanimidad, fue presentado por el diputado Jordi Messeguer
Gally, quien destacó que es preciso el control legal y estricto de las
condiciones del comercio ambulante, en especial el relacionado con animales,
domésticos y salvajes, con la aplicación rigurosa de sanciones a aquellos que
no estén habilitados para tal fin.
Por ello, en uso
de la facultad constitucional que permite a los ayuntamientos regular las
actividades propias de su competencia y de su esfera administrativa, el
Ayuntamiento de Cuernavaca, en el marco de la campaña de erradicación del
comercio ambulante informal, debe tomar cartas en el asunto respecto a la
comercialización de animales domésticos, señala el documento.
Dicha propuesta
contempla que el Ayuntamiento de Cuernavaca desarrolle actividades tendentes a
concienciar a los ciudadanos en la defensa, protección y bienestar de los
animales mediante campañas; suscriba convenios de colaboración con asociaciones
protectoras y defensoras de los mismos y promueva la utilización de espacios
públicos para el esparcimiento y recreo de los animales de compañía.
Al hacer uso de
la tribuna durante la sesión ordinaria de este jueves, el diputado Messeguer
Gally expuso que la venta de perros en las calles de la ciudad se ha convertido
en un problema de salud pública y ambulantaje, pues no se cuenta con permisos
legales que avalen la salud del animal y porque esa actividad no está
permitida.
Además de
comercializar de forma ilegal a los perros, éstos son portadores de parásitos y
enfermedades virales ya que no cuentan con vacunas, lo que los convierte en un
riesgo para la salud. Los puntos localizados en donde se desarrolla la venta de
los cachorros están las afueras de los centros comerciales, estacionamientos de
tiendas, así como en las principales calles y avenidas de la ciudad.
El
comercio de animales sin regulación se supedita a la lógica del máximo
beneficio privado y reduce al animal a una mera mercancía. Incluso, si se diera
el caso excepcional de un “criador” que posea la licencia de núcleo zoológico
para permitirle criar y vender animales legalmente, esto no asegura el
cumplimiento de un catálogo de buenas prácticas de bienestar animal.
Lo
anterior –cito el legislador- ha despertado desde luego el reproche de los
morelenses, debido a que no sólo afecta a los animales, sino que a la mayoría
de los ciudadanos y ciudadanas a los que se les vulneran derechos humanos como
tener un ambiente saludable en el cual desarrollarse.
De esta manera
se dejó en claro la necesidad de implementar más mecanismos que protejan a los
ciudadanos de los errores o el mal funcionamiento de las administraciones,
particularmente cuando el animal empieza
a ser reconocido con cierto estatus de ciudadanía (al menos como objeto de
ciertos derechos y su tutor sujeto a ciertas obligaciones).
Del mismo modo,
es importante la creación de programas y campañas para la coordinación y
expresión pública de las necesidades y problemas que tienen las organizaciones
cívicas de protección animal, tradicionalmente muy olvidadas por algunas
instituciones, señala la propuesta aprobada por los legisladores.
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